para fenecer en el solitario mundo del misterio,
mientras sus secuaces,
cabalgan acechando la claridad de las almas mas bonitas de todas.
Pero son sus sueños cargados de ilusión los que hacen florecer rosas,
donde solo quedaban tristes campos de batalla,
arrasados por la injusticia de sentirse vivo en este mundano desierto de sinsentido.
Andan por las arenas desérticas,
donde cada pisada cubre silencios rotos por la frivolidad,
de quien no pudo dar puntadas sobre la camisa de la vida.
Y es así, son ellos la luz de estos versos,
y la brisa que hace ameno el sentir de los susurros del miedo al olvido,
un olvido inexistente para ellos, pues...
! Quien es capaz de olvidar, lo que nunca debe ser olvidado¡